jueves, 24 de enero de 2013

LAS MUJERES NO LLORAN



El siglo pasado supo haber un lema respecto de lo que se consideraba la hombría, o todo lo que debía ser un hombre.
En ese entonces el mundo giraba en torno de los hombres.
Parecía ser que todo lo que valía la pena hacer, todas esas cosas que daban un rumbo a la historia, todo eso era hecho por hombres.
Pero los rumbos de la historia no siempre van para el lado que se piensa.
Along came women then.
Aunque hoy sabemos que las mujeres siempre fueron parte, estamos hablando de un paradigma que se quebró. Hubo un momento (también histórico) en que las féminas salieron de su capullo doméstico para probar que no sólo ellos podían hacer esas grandes cosas. Nosotras también pudimos y podemos hacerlo.
De repente a nadie se le ocurre decir que las mujeres NO pueden hacer algo en particular (aunque muchos lo piensen, incluso las mismas mujeres).
Pero así como en aquel paradigma de predominancia machista "el don" de la sensibilidad (?) era nuestro estandarte, estando vedado a los hombres por principio, hoy siento que nos hemos vedado llorar universalmente.
Ya no importa tanto si los hombres lloran o no, ni qué viene a significar si lo hacen; pero esa sensibilidad expresa en lágrimas pasó a estar reprimida (quizás subliminalmente) para nosotras también.
En este mundo que gira en torno de modelos que dejan afuera a varios (sino a muchos) parece que si hay que correr con los vertiginosos acontecimientos, si hay que poder con TODO cueste-lo-que-cueste, hay que ser "exitoso" (hermos@s, ric@s, cool, divertid@s, etc) aunque también "espirituales" en el sentido new age del término "espiritualidad", donde la regla (sí, aquí también hay reglas) es el optimismo careta, en donde ni siquiera hay tiempo para saber cómo nos sentimos de verdad, menos que menos la posibilidad de VER que estamos (o nos sentimos, aún sin estarlo) mal.
Se ve que hay algo que perdura más allá de los paradigmas sociales. Ante todo, impera la censura. Ésa que es de la peor clase, la que nos imponemos a nosotros mismos.
En este presente en que se nos reclama (a todos por igual, sí) un exitismo "varonil" (al estilo del pasado siglo), las mujeres tampoco lloran.

Shirley Temple: por mí te podés meter la cancioncita en el...

Be optimistic!
Don't you be a grumpy
When the road gets bumpy
Just smile
(Smile and be happy!)

Your troubles can't be
As bad as all that
When you're sad as all that
No one loves you

Be optimistic!
Don't you be a mourner
Brighten up that corner
And smile

Don't wear a long face
It's never in style
Be optimistic
And smile! 

"Raison d' étre": Cada vez veo a más mujeres a mi alrededor que censuran sus sentimientos: madres al borde del colapso que no se permiten llorar, jóvenes perdidas que no se permiten evaluar honestamente sus vidas por no sufrir, hijas que creen que deben ser más fuertes que sus padres para sostenerlos, ancianas que no quieren "dar lástima" y sufren soledad en silencio, madres con "síndrome del nido vacío" que prefieren la dureza y el silencio antes que asumir su desgarro, mujeres de todas las edades con gran culpa por sus errores y resentimiento por sus frustraciones que antes de llorar prefieren ser odiosas, etc; etc; etc. Incluso yo, que siempre he sido una llorona ( y lo sigo siendo, al menos al lado de otras), me encuentro a mi misma haciendo fuerza (casi literalmente) por no llorar. Y luego se que esa angustia que no largué, se queda en mí y se convierte en algo mucho peor. Y siempre me arrepiento de no haber llorado más o haberlo hecho en el momento en que sentí hacerlo.

4 comentarios:

Grupo Academico dijo...

Muy muy bueno! Estoy totalmente alineada en ese pensamiento...

Ana dijo...

Gracias por compartir!!

Anónimo dijo...

Me gustó mucho! Coincido completamente. Te espero en Baires con carilinas! Besotes, Macu

Ana dijo...

Jajajaja gracias Macu! A llorar se ha dicho!! Besotes :)