martes, 23 de noviembre de 2010

INVISIBLE



UPA! Pero cuánto tardé en volver! 

¿Tendrá algo que ver con que últimamente no siento que tenga nada "importante" para decir?

Of course.

Este tiempo me he dedicado a vivir, y nuevas cosas han venido a mi vida, como restos de naufragio, aunque nada radical.

No dejé mi carrera, ni la pienso dejar, y no tiene que ver con complacencia ni automatismo, sino con un pleno convencimiento, que es algo que MUCHOS dudan encontrar en alguien joven (un aporte más para la teoría de que mi alma tiene alrededor de 100.000 años y estoy tan cerca del Nirvana que estoy más allá del bien y del mal :p). Es algo que muchos dudaMOS encontrar en un sujeto o sujeta que estudia Derecho. (Hay grandes porcentajes de estadística que apoyan esta visión, así que arrepentíos impíos engatusadores del universo! Estudien lo que deben!).

Pero así como hay gente que disfruta de ser taxista, habémos quienes disfrutamos de la abogacía, really

Personalmente no le doy mucha importancia a lo que dice el Código Civil, ni el penal, ni a ninguna ley (exceptuando quizás a la Constitución, pero es una gran salvedad), que como hoy existe, mañana puede dejar de hacerlo, y en esto está la magia (?).

No deja de sorprenderme la cantidad de gente que cree que porque un texto se sancionó como ley, ipso facto pasa a ser LA verdad (y como bien sabemos, existe "La verdad, y LA verdad"). Si algo es ley, "pues entonces, debe ser cierto"; paradigma casi tan irracional como la fé de Homero en la televisión, (casi tan ridículo, no tan gracioso).

Una anécdota me viene a la mente, y tiene que ver con mi relación con otras "ramas del saber". Por caso, la ECONOMÍA.

Hace 4 o 5 años cursé economía. Todavía no se muy bien gracias a qué jugarreta del destino la aprobé, puesto que sigo sin entender muchas cosas.

Sin embargo, hace unos meses decidí, en mi inmensa benevolencia (?) darle una segunda oportunidad, pobre (?), o ella me la dio a mí, cuando me anoté para dar clases a los internos de la unidad penitenciaria de la ciudad.

"Y bueno" me dije, "es un reto". Y hete aquí, que les ENSEÑO (chan) Economía (además de Inglés -sí, Inglés-, y Derecho Constitucional).

No voy a negar que creo haber comprendido un poco más. Más bien, me alejé considerablemente de la rasa ignorancia que me albergaba.

Eso sí, ¿gustarme?, no. 

Ha sido la segunda oportunidad que le dí (esto es algo de apreciar viniendo de moi) y aquí estamos. Yo sigo odiándola, y ella me sigue mirando con esa cara de "obviamente, gila".  ¬¬

Supongo que nos separan conceptos como la presunción del "hombre racional"; las "manos mágicas" (ah no, era la "mano invisible", bueh); las "necesidades infinitas", la "inconveniencia económica de los sistemas proteccionistas"...

Que se yo, no me caen bien para nada. Y ni hablemos del análisis económico del Derecho de Ronald Coase. NI HABLEMOS! ¬¬

Entonces, pienso, hay distancias casi estructurales entre algunos temas y mi cerebro. Así como hay cercanías sostenidas con otros. Y eso ES ASÍ. Forma parte de uno. Lo vemos, o no lo vemos.

Mi "suerte" está echada. Los planes cronográmicos* no me salieron bien este año, pero allí me espera la meta que siempre me esperó.

No tengo dudas. Y éso, es copado.

=)

* Neologismo adjetival  derivado del sustantivo cronograma